El
día que los pájaros quisieron tener plumas de colores (Por Silvia
Garcia)
En
un país muy muy lejano todos los pájaros eran negros. Estaban un
poco cansados, porque les costaba mucho diferenciarse entre sí. Los
pájaros tenían a sus crías y se confundían al alimentarlas, los
habitantes no querían tener pájaros en su casa porque no daban
tanto color como las flores y pensaban que el negro no traería
buenas noticias.
Un buen día uno de los pájaros de más edad decidió hacer una reunión y convocar a todos los pájaros adultos para intentar hacer algo y cambiar de color. Todos los pájaros estuvieron dispuestos y acudieron tras la hora de la comida, llenándose el cielo de una enorme manta negra al volar todos juntos hacía el lago del bosque donde se celebraba el encuentro.
El viejo pájaro inició la reunión y comentó las ideas que se le habían ocurrido:
-Queridos hermanos pájaros. Ya sabéis que no hemos tenido la suerte como nuestras hermanas las flores de tener las plumas de bellos colores. Esto es algo que queremos cambiar. Para ello he pensado hablar con la madre naturaleza, las hadas de las estaciones, el sol, la luna y las estrellas para que nos ayuden.
Ante la propuesta todos los pájaros empezaron a aplaudir con gran energía.
-¡Qué buena idea! -gritaban algunos.
-Como yo solo no voy a poder hablar con todos -continúo hablando el pájaro-, necesito que varios voluntarios se ofrezcan para acercaros a hablar con todos ellos. Yo me encargaré de encontrar a la madre naturaleza.
Muchos pájaros se ofrecieron y, al final, tras tener a los seleccionados, acordaron verse todos al pasar un mes.
Y así fue como el sol acordó dar a través de sus rayos color naranja a sus picos, la luna con sus haces de luz dotar a muchos de ellos de plumas azules. Las hadas de las estaciones, divertidas por la situación inesperada, acordaron que aquellos que tuvieran colores primaverales tendrían que pasar más tiempo con las flores y estas les irían pasando color poco a poco. El hada del verano decidió hacer un hechizo para pasarles los colores más vivos a algunos de ellos, y así es como el loro tiene multitud de colores y todos ellos tan llamativos. Todas colaboraron, menos el invierno, que quiso guardar a algunos de sus pájaros de color negro, pájaros que más adelante se llamaron cuervos.
Un buen día uno de los pájaros de más edad decidió hacer una reunión y convocar a todos los pájaros adultos para intentar hacer algo y cambiar de color. Todos los pájaros estuvieron dispuestos y acudieron tras la hora de la comida, llenándose el cielo de una enorme manta negra al volar todos juntos hacía el lago del bosque donde se celebraba el encuentro.
El viejo pájaro inició la reunión y comentó las ideas que se le habían ocurrido:
-Queridos hermanos pájaros. Ya sabéis que no hemos tenido la suerte como nuestras hermanas las flores de tener las plumas de bellos colores. Esto es algo que queremos cambiar. Para ello he pensado hablar con la madre naturaleza, las hadas de las estaciones, el sol, la luna y las estrellas para que nos ayuden.
Ante la propuesta todos los pájaros empezaron a aplaudir con gran energía.
-¡Qué buena idea! -gritaban algunos.
-Como yo solo no voy a poder hablar con todos -continúo hablando el pájaro-, necesito que varios voluntarios se ofrezcan para acercaros a hablar con todos ellos. Yo me encargaré de encontrar a la madre naturaleza.
Muchos pájaros se ofrecieron y, al final, tras tener a los seleccionados, acordaron verse todos al pasar un mes.
Y así fue como el sol acordó dar a través de sus rayos color naranja a sus picos, la luna con sus haces de luz dotar a muchos de ellos de plumas azules. Las hadas de las estaciones, divertidas por la situación inesperada, acordaron que aquellos que tuvieran colores primaverales tendrían que pasar más tiempo con las flores y estas les irían pasando color poco a poco. El hada del verano decidió hacer un hechizo para pasarles los colores más vivos a algunos de ellos, y así es como el loro tiene multitud de colores y todos ellos tan llamativos. Todas colaboraron, menos el invierno, que quiso guardar a algunos de sus pájaros de color negro, pájaros que más adelante se llamaron cuervos.
Cuando
pasó el mes y se juntaron todos, aquella reunión fue una enorme
fiesta, pues los pájaros ya eran capaces de diferenciarse unos a
otros. Todos se gustaban y disfrutaban de sus nuevos plumajes y no
pararon de piar hasta que llegó el pájaro anciano y les dedicó
unas palabras.
-Queridos pájaros. Me alegro de que este mes hayamos conseguido nuestro objetivo contando con el resto de hermanos de nuestra naturaleza. Como saben, yo era el encargado de hablar con la madre naturaleza y ella ha permitido todo esto si se cumple una única norma.
Todos los pájaros escucharon sin respiración y sin hacer ruido para escuchar que norma era.
-Que nos respetemos unos a otros y que no hagamos daño a ninguno de nuestros hermanos. En el momento que esto se incumpla todo cambiará.
-Queridos pájaros. Me alegro de que este mes hayamos conseguido nuestro objetivo contando con el resto de hermanos de nuestra naturaleza. Como saben, yo era el encargado de hablar con la madre naturaleza y ella ha permitido todo esto si se cumple una única norma.
Todos los pájaros escucharon sin respiración y sin hacer ruido para escuchar que norma era.
-Que nos respetemos unos a otros y que no hagamos daño a ninguno de nuestros hermanos. En el momento que esto se incumpla todo cambiará.
Todos
los pájaros estuvieron de acuerdo y desde entonces se cuidan unos a
otros y muestran al mundo sus bonitos plumajes.
Video Tutorial : Manualidad con cartulina para regalar a los niños
La Casa de la Arcilla
ResponderEliminarHay multitud de formas con las cuales los pequeños de la casa se pueden divertir. Una de ellas son las manualidades, puedes regalar a tu hijo o hija un kit de manualidades. Con este kit realizará figuras con arcilla y posteriormente las podrá pintar. Con las manualidades los niños potenciarán su imaginación y mentalidad a la vez que se divierten.