martes, 19 de septiembre de 2017

Parcialde Didáctica - Lengua

escribiendo

Lengua, lengua oral, lengua escrita

La lengua oral y la lengua escrita son procesos diferentes pero mantienen entre ambas un contínum y se interrelacionan.

Nuestra concepción del mundo, la organización de nuestro pensamiento, se desarrollan en nosotros mediante el desarrollo de la lengua con la que nos comunicamos. Como sistema que es, la lengua permite que al ser usada por nosotros, podamos comunicarnos, por eso cumple una función esencial en el desarrollo social de cada individuo.

Desde que el hombre vive en grupos sociales, ha utilizado tanto la lengua oral como la lengua escrita, a través de diversas manifestaciones físicas. La articulación de sonidos y su incorporación en el sistema fónico de las lenguas, ha generado los diferentes fonemas en cada una de ellas.

En diversas situaciones en las que se escribe para decir y ser escuchado (noticias, discursos en medios audiovisuales), o se dice algo que después será trascripto y leído (entrevistas, debates reproducidos en la prensa, libros, etc.) se manifiesta esta interrelación.

Si bien se interrelacionan y se manifiestan ambas en discursos y textos, mantienen características propias en la oralidad a través de la entonación y en la lengua escrita con la ortografía y la puntuación.

La Oralidad

La oralidad entendida como el soporte sistemático de actividades que implican la producción articulada de fonemas, entonación, gestualidad que los acompañe, es el eje de toda vida social, eje de la autonomía personal para desenvolverse y desarrollarse socialmente. Según se entiende en el programa escolar vigente, implica un proceso en el que el niño va construyendo su repertorio linguistico interactuando con los otros y resolviendo diferentes problemas del hablar y escuchar.

Para comprender el desarrollo del lenguaje oral por parte del niño, en relación con el desarrollo del pensamiento, resulta imprescindible la referencia a los conceptos de Vigotsky. En este sentido este autor plantea que en las primeras etapas el niño posee una competencia que le permite utilizar el lenguaje en relación con el entorno. Conversación y acción son parte de una misma función psicológica encaminada a la resolución de un problema práctico.

Progresivamente, el lenguaje va precediendo a la acción, hasta llegar a permitirle organizarla y planificarla previamente. Paralelamente a esta evolución, el niño aprende a razonar expresando su pensamiento a través de la palabra oral y escrita. A su vez, va desarrollando operaciones mentales que le permiten la conceptualización. El lenguaje oral comparte con la escritura el ser un instrumento de expresión del pensamiento que permite organizarlo y ayuda a la reflexión. El desarrollo del lenguaje está unido a la formación de las funciones psicológicas superiores involucradas en los procesos de aprendizajes, tales como la atención voluntaria, memoria, formación de conceptos, abstracción, la capacidad de análisis y de síntesis,

En la oralidad podemos analizar dos macrohabilidades básicas:

Hablar, que no es pronunciar palabras sino recrearlas en la construcción de textos que se organizan en relación con las distintas intencionalidades de los hablantes, las diferentes expectativas de los receptores, las variadas exigencias de las situaciones de comunicación.

Escuchar, que es concebido como transacción con un texto oral para darle sentido a partir del contexto de comunicación, de las vivencias del oyente, de sus conocimientos sobre el tema, de su ideología, de su relación con el hablante.

Nuestra responsabilidad como docentes es plantear actividades que estén encadenadas, de manera que impliquen un proceso enriquecedor y crear las condiciones que proporcionen a los alumnos las oportunidades para la resolución de los diferentes problemas del habla y de la escucha. Para ello son necesarios tanto la comunicación espontánea como el tratamiento sistemático de discursos programados.

Es imprescindible que el docente genere situaciones de aula que brinden a sus alumnos posibilidades de hablar. No se trata exclusivamente de hablar “para”, sino de hablar “con”, de escuchar “a”, de responder o preguntar “sobre”, cuando corresponda.

La Lectura

Se concibe a la lectura como una construcción social y cultural intersubjetiva que se pone de manifiesto en actitudes y comportamientos que el lector evidencia en el acto de leer. Es una actividad inteligente en la que entran en juego funciones psicológicas superiores, saberes vinculados con los diferentes niveles lingüísticos y al conocimiento del mundo. Por lo tanto, leer supone el intercambio de significados culturales a través del desarrollo de prácticas sociales, el conocimiento del sistema de escritura, el conocimiento de saberes lingüísticos y discursivos implicados.

La lectura es un proceso de construcción de sentido, producto de una transacción entre el lector, el texto y el autor, que pone en juego los conocimientos lingüísticos y enciclopédicos del primero con las pistas lingüísticas codificadas del segundo y el mundo del tercero. Este proceso, es de naturaleza cognitiva, cultural y social. Tiene lugar tanto en un tiempo y espacio diferentes de aquellos en los que el texto fue producido como en la relación inmediata del discurso: la relación producción y lectura es, pues, diferida y simultánea.

Actualmente, se ha introducido una noción en extremo significativa por las consecuencias didácticas que acarrea; en efecto, se trata de la “literacidad” (aplicado también a la escritura).

La literacidad  implica una lectura crítica del contexto socio-histórico en que el texto considerado tuvo origen y ha circulado o circula, en relación con la ideología que reposa en los enunciados formulados, partiendo de la base de que no es palabra neutra. Además, tiene que ver con el considerar los interlocutores involucrados y las esferas de las actividades humanas donde funcionan los textos a la hora de efectuar una lectura que trascienda lo estrictamente lingüístico.

Se considera que saber leer implica obtener información general sobre un tema; saber encontrar información específica; entender un manual de instrucciones, disfrutar con un libro; saber reconocer y apreciar distintos tipos de textos y tener la oportunidad de elegir qué leer; qué aprender y disfrutar.

La lectura como proceso interactivo

El concepto de lectura desde una perspectiva tradicional de enseñanza que suponía la lectura como un proceso divisible entre sus partes componentes donde la comprensión era tan solo una de esas partes y el sentido de la lectura se encontraba en el texto, dejando al lector ajeno al mismo y reduciendo su papel a extraer el sentido; se ha ido modificando y actualmente se puede esquematizar de la siguiente manera:
  • La lectura es un proceso indivisible y global.
  • Leer es comprender.
  • El lector construye el sentido del texto al interactuar con él.
  • La experiencia previa del lector ocupa un lugar fundamental en la construcción del sentido.
  • El sentido del mensaje escrito no está en el texto, sino en la mente del autor y del lector.
Rosenblatt explica que la obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el texto y en su aporte a la didáctica de la lengua, junto a otros psicólogos constructivistas elaboran el proceso transaccional:
  • Complementa al modelo anterior
  • El texto es menos un objeto que un potencial que es actualizado durante el acto de lectura.
  • La comprensión surge de la compenetración del lector y texto, y es así, algo único a ese evento.
  • El texto es un sistema abierto y, por lo tanto, la variación en la interpretación es la respuesta esperada.
Estrategias lectoras

Existen varias investigaciones que demuestran la existencia de procesos cognitivos que emergen antes de iniciarse el aprendizaje formal de la lengua escrita. El niño no espera ingresar a la educación formal de la lengua escrita para comenzar a plantearse en mayor o menor medida la problemática de la escritura, sino que llega al sistema escolar con conocimientos previos que el docente debe de tener en cuenta.

Diferentes autores identifican etapas, fases y procesos cognitvos psicolinguisticos que se desarrollan durante los años preescolares.

El doctor Luis Bravo Valdivieso propone tres estrategias cognitivas en el aprendizaje lector inicial:
  •  Estrategia lectora fonológica, que implica tomar conciencia que para decodificar las palabras escritas hay que transformarlas en sonidos asociados al lenguaje oral.
  • Estrategia visual-ortográfica, que requiere que el niño reconozca los signos gráficos pronunciables dentro de un contexto ortográfico.
  • Estrategia semántica, que implica asociar la secuencia fonológica con su significado.
Estas estrategias se basan en autores como Frith, que identifica las siguientes tres etapas.
  • Etapa logográfica, es el reconocimiento de significados de algunos signos visuales.
  • Etapa alfabética, es la toma de conciencia de que las palabras escritas están compuestas por fonemas.
  • Etapa ortográfica, en ella se produce la retención y el reconocimiento de las palabras completas.
Texto literario

Cuando los niños tienen la oportunidad desde pequeños de que les lean cuentos, les relaten historias, conversen con ellos sobre esos relatos, les canten canciones y rimas, jueguen con palabras, les proporcionen papeles y lápices para ensayar actos de escritura que han visto desarrollar a otros, el proceso de inclusión en una cultura que lee y escribe se inicia tempranamente. Pero no todos los niños llegan a la escuela en las mismas condiciones en cuanto a su relación con la cultura escrita. Es aquí donde la escuela se constituye en la institución que garantiza la transmisión del capital cultural y el acceso a la cultura escrita independientemente de la condición de origen de los niños.

Literatura proviene del latín “litterae”, y es posiblemente un calco griego de “grammatikee”. En latín, literatura significa una instrucción o un conjunto de saberes o habilidades de escribir y leer bien, y se relaciona con el arte de la gramática, la retórica y la poética. Por extensión se refiere a cualquier obra o texto escrito, aunque más específicamente al arte u oficio de escribir de carácter artístico y/o las teorías estudios de dichos textos.

El texto literario es un texto cuyo mundo está en relación sistemática cde alternancia con la versión alternativa de “mundo real”. Esta alternancia debe motivar visiones profundas de organización del “mundo real”, no como algo dado de manera objetiva sino como algo que se desarrolla a partir de los conocimientos, de las interacciones y de las relaciones sociales. Sólo en la medida en la que esta intención prevalezca sobre la de un simple referirse a los hechos, un texto podrá considerarse literario.

Los textos son una secuencia estructurada de palabras que se ordenan en enunciados, los que formando una cadena, generan al texto.

El enunciado es una unidad formada por una secuencia de palabras y que comunica un significado completo.

La coherencia: Es la unidad semántica de un texto. En otras palabras, es la conexión necesaria que debe existir entre las ideas que presenta un texto para desarrollar el tema.

La coherencia de un texto se funda sobre la base de que los elementos presentes en él permanecen a lo largo de todo el mensaje. Ahora bien, en algunas tendencias literarias donde se utiliza la "escritura automática" y la "corriente de la consciencia" el texto puede presentar un aspecto de incoherencia, pero eso no es así, porque esos textos están construidos de manera tal que es posible asignarles un tema y una unidad, aunque ésta sea de una naturaleza distinta a la que estamos habituados.

Para que un texto sea coherente debe mantener un mismo tema y todos los elementos que lo componen tienen que apuntar a ese tema. En otras palabras, podemos decir que un texto es coherente cuando cada una de las partes que lo conforman está relacionada con el tema central.

 La cohesión: Para que exista coherencia los elementos del texto deben estar relacionados entre sí y conformar entre ellos una idea única y unitaria. Desde el punto de vista formal, la coherencia se basa en el funcionamiento de una serie de recursos para constituir relaciones entre los elementos de un texto.

La cohesión es una propiedad textual mediante la cual los enunciados de un texto se relacionan correctamente desde el punto de vista léxico y gramatical. Por lo tanto, diremos que existe cohesión en un texto cuando los enunciados sucesivos aparecen debidamente trabados por conectores morfosintácticos y léxico-semánticos, e incluso fónicos.

Al incluir la enseñanza de la literatura en la escuela nos topamos con otro desafío que es el desarrollo de la competencia literaria en los alumnos.

La competencia linguistica es una capacidad primaria necesaria, mientras que la competencia literaria se considera una capacidad secundaria derivada.

El proceso de producción de textos

Según Cassany (1989-102) escribir es un proceso que involucra una serie de actividades ordenadas en los siguientes grupos:

Estrategias De Composición: En el momento de escribir un texto se debe tener en cuenta como primera medida el propósito que este desea alcanzar.

Pensar en el tema y en los lectores Los escritores competentes tienen en cuenta a sus lectores. Esta actitud determina la manera de tratar el tema, la impresión que desea causar a la audiencia y escogencia del registro apropiado El registro es el uso de la lengua según la situación comunicativa determinado por el tema del que se escribe el canal (oral o escrito por el propósito buscado (informar convencer divertir) y la relación entre emisor receptor (familiaridad, respeto).

Planificar: Los escritores experimentados realizan una superestructura que guía la redacción y la toma de notas sobre cada punto; mientras los principiantes dedican poco tiempo a esta etapa y se hallan todo el tiempo obsesionado por el tema. Además, los buenos escritores modifican a sus planes cuando escriben, a medida que surgen nuevas ideas.

Releer: con frecuencia aquello que han escrito es una actividad que recomiendan los buenos escritores Esta acción permite mantener el sentido global del texto comprobar, los fragmentos escritos desarrollan las ideas del plan, enlazar las frases escritas con las que vienen después.

Corregir: La corrección es una tarea permanente llevada a cabo por los escritores competentes Estos retoques afectan a las ideas expuestas su ordenación y se deja para más tarde corrección de la parte formal que involucra la ortografía la gramática y el léxico Hoy en día, la gramática ha pasado a un segundo plano en la redacción y, la mayoría de las veces su papel se reduce a instrumento para corregir algunos errores del escrito.

Las investigaciones llevadas a cabo sobre composición escrita ponen de manifiesto o que la gramática y el uso de la lengua son dos cosas distintas.

El uso comprende un conjunto de conocimientos que tiene el hablante sobre su lengua y sobre otras materias que le permite manejar el tema según el propósito, el canal la relación entre los interlocutores es decir utilizar un registro acorde con la situación comunicativa.

Género narrativo
El género narrativo comprende aquellos textos que, mediante un narrador, cuentan historias ocurridas a unos personajes en un lugar y un tiempo determinados. Tanto el narrador como los hechos narrados pertenecen al mundo de la ficción.

La narración constituye, entonces, una forma de expresión típicamente humana en la que sujetos se ven involucrados en situaciones desequilibrantes que los mueven a actuar para encontrar una resolución. Esta organización discursiva requiere siempre la presencia de un narrador que relate los acontecimientos.

La narración se caracteriza por una situación que se transforma en el tiempo. Para comprenderla es necesario reconocer las relaciones de causalidad explícitas o implícitas, y entender el orden temporal en el que suceden las acciones y reconstruirlo cuando no se presenta de manera lineal. Siguiendo a Van Dijk, los sucesos narrativos acontecen en determinado marco, lo que da lugar a los episodios que conforman la trama de la historia.

La narración ha tenido un gran desarrollo que se remonta a los orígenes de la humanidad. Con la creación de la escritura, surgieron nuevos modos de decir que dieron lugar a dos vertientes narrativas: la narración no ficcional (crónicas, historiografías, biografías…) y la narración ficcional o literaria (cuentos, novelas, fábulas...). En esta última creación sociocultural adquiere relevancia la función estética.

Según Colomer, los textos literarios «introducen a los niños a nueva forma de comunicación en la que importa el cómo y en la que uno se detiene a apreciar la textura y el espesor de las palabras». Esta autora señala, además, que la literatura permite «la incursión en la tradición cultural, en una especie de plaza pública donde se reúnen todas las perspectivas desde las que los humanos han contemplado el mundo, allí donde resuena el coro de voces, el patrimonio de textos que se han acumulado a lo largo de los siglos». En las obras narrativas, un narrador presenta una acción o sucesión de acontecimientos en la que participan una serie de personajes que se ubican en un espacio determinado y durante un tiempo preestablecido.

Una narración literaria se identifica por recrear un mundo de ficción, aunque en algunos casos son hechos inspirados en la realidad. Aún así no deja de ser una narración ficticia porque el autor siempre aporta episodios nuevos inventados o carga la realidad de matices subjetivas y por tanto deja de ser 100% real.

Otra característica de este tipo de textos es que habitualmente se usa la tercera persona, aunque también es frecuente la primera persona cuando el principal protagonista de la narración es el propio narrador del libro.

Generalmente la modalidad del discurso que predomina en la narración es la prosa, aunque puede usarse también el verso, como ocurre en los romances o en los poemas épicos, por ejemplo.

Elementos de la narración

Los elementos que forman una narración son los siguientes:
El narrador: Puede ser externo a la acción, si relata los hechos en tercera persona sin participar de ellos, o interno, cuando relata los acontecimientos en primera persona como protagonista o testigo de los hechos. El narrador externo habitualmente es un narrador omnisciente que sabe y conoce todo de todos los personajes que componen la obra, incluidos sus pensamientos e intimidades.
Los personajes: Son aquellos que desencadenan los diferentes acontecimientos que vemos narrados en la obra. Sus características se transmiten a través de sus acciones, diálogos, y descripciones. Entre los personajes destaca siempre el protagonista que es el que lleva el peso de la acción y el antagonista que se opone a él. También, dependiendo de la obra, podemos encontrar más o menos personajes secundarios.
La trama narrativa o acción es el conjunto de sucesos que se desarrollan en la narración. Estos acontecimientos o sucesos se sitúan en un tiempo y en un espacio, y se disponen según una estructura sencilla como en los cuentos o relatos, o más compleja, como en las novelas.
Organización textual narrativa

Mediante la escucha de cuentos, el niño no solo ingresa en el mundo letrado, sino que aprende sobre la estructura narrativa y profundiza su capacidad de comprender un texto escrito, prestando atención a elementos narrativos tales como la sucesión temporal de los acontecimientos, los personajes principales y secundarios, la presentación de un conflicto y su resolución.

Se habla mucho de la importancia del cuento desde los primeros años de vida, es indudable que narrar cuentos en la infancia refuerza en los niños como sentimientos de seguridad y autoestima y ayuda a crear lazos y vínculos afectivos.

La tan conocida expresión de apertura “Había una vez…” ya prepara una atmosfera única y los niños se sienten queridos al recibir ese tiempo y ese regalo de sus mayores.

A medida que el niño crece, disminuye en el ámbito familiar la narración de historias, es entonces que el docente debe llenar ese vacío, pero aquí se enfrenta a la pregunta “¿Qué leer a nuestros alumnos?”. Dejando de lado el género “literatura infantil” que muchas veces no es apropiado para encasillar un texto, podríamos decir que lo más importante no es tanto si son cuentos de hadas, si tienen un final feliz o la aparición de monstruos u ogros crueles, lo realmente importante es que el niño sea quien pueda elegir qué leer. Si queremos contribuir a formar una generación de niños y jóvenes lectores, debemos dejarlos elegir sus lecturas y fomentarlas, leyendo en clase y narrando historias, prestando libros a nuestros alumnos y creando espacios y ámbitos de lectura como un rincón de lectura en el aula.

Bibliografía
  • Programa escolar ANEP 2008
  • CLEP 3 – Especificaciones para el maestro
  • CLEP 4 5 y 6 - Especificaciones para el maestro
  • Proyecto Lengua desde la Narración - Lepre C
  • Que hacer Educativo 60
  • Quehacer Educativo 65
  • Quehacer Educativo 70
  • Quehacer Educativo 89
  • https://www.actualidadliteratura.com/genero-narrativo-elementos-la-narracion/
  • http://ignaciogago.blogspot.com.uy/2014/10/el-genero-narrativo.html
  • https://www.portaleducativo.net/primero-medio/7/Coherencia-y-cohesion
  • http://petionlenguaje3.blogspot.com.uy/2014/06/la-produccion-oral-y-escrita-de-textos.html

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