Mapa conceptual
En
este Mapa Conceptual sobre la Formación Docente y la Profesión
Docente se intentó abordar la mayor parte de temas vistos a través del año,
sobre todo basado en lecturas como “La formación de maestros - Diker y Terigi”,
“La escuela que queremos - M Fullan y A Hargreaves” y “Aprendizaje y desarrollo
profesional docente – Coordinado por Consuelo Vélaz de Medrano y Denise
Vaillant)”, pero también en aspectos más generales, según mi propia visión
sobre el tema.
Posiblemente parezca un mapa bastante negativo, que no resalta lo
bueno de la docencia, ya que se centra en poner sobre el tapete los problemas
del sistema educativo y de la sociedad actual para con la docencia.
En este breve informe, intentaré facilitar la comprensión del mapa
diseñado explicando las “rutas” conceptuales adoptadas, las conexiones y
relaciones que se pueden apreciar.
Partimos de la base que muchos de los problemas de la Formación
Docente, necesaria para la profesionalización
(a través del perfeccionamiento) se
arrastran hacia la misma profesión y repercuten más adelante sobre esta, ya que
son los cimientos que forman al docente. Sobre estos cimientos debemos de
preguntarnos ¿Qué forma al docente?
Posiblemente la respuesta más satisfactoria sea una mezcla de su formación inicial, su formación escolar previa (elementos que
escapan a la Formación Docente, su socialización
laboral (vista como práctica) y su formación docente propiamente dicha, que
en ciertos casos se puede entender como una dicotomía entre la Formación General (Didáctica)
enfrentada a la Formación Especializada
(Disciplinaria).
Pero estos enfrentamientos no
se limitan a ese ámbito, sino que se reproducen además en la complejidad de saberes, en los
problemas epistemológicos que estos conllevan, como el aprender cuáles son los
conocimientos que tienen validez, este problema se arrastra desde la
formación docente a la profesión, ya que uno de los problemas de la profesión
es el saber cuáles conocimientos tienen validez en una era donde la tecnología es uno de los pilares
fundamentales de la sociedad y, la sobre
información o infoxicación repercute de lleno en el aula, con educandos que
llegan con muchos y variados conocimientos y el educador debe de tener cada vez
más mayor cintura, no solo para llevar a la clase nuevas maneras de abordar el
acto educacional utilizando
elementos tecnológicos que a veces para el docente son nuevos (y complicados,
debido a la escasa formación en la materia), sino una infinidad de
conocimientos extras para poder discernir entre datos válidos y erróneos, entre
conocimientos escolares y no escolares, con el cual el docente, no siempre
cuenta.
Este quizás sea el ejemplo más visible de cómo se conectan los
problemas de la formación con los problemas
de la profesión, pero antes de adentrarnos en el problema de la
formación docente debemos de destacar otras dos cuestiones que juegan un papel
importante en la formación docente y repercuten en la profesión:
La identidad docente: entender desde la formación a qué nos enfrentamos, cuestiones
que vamos a ahondar más adelante en los problemas de la profesión como la multiplicidad de tareas que supone
el rol docente; la variedad de contextos en que estas tareas pueden
desempeñarse; la complejidad del acto pedagógico; su inmediatez; la
indeterminación de las situaciones que se suscitan en el curso del proceso de
trabajo docente; la implicación personal, etc.
El modelo de docencia a elegir: el docente en formación se encuentra con
una variedad de modelos educativos, muchos de ellos contrapuestos entre sí y el
estudiante debe de inclinarse por uno o por otro, o por híbridos que se adapten
a sus expectativas, que por otro lado, muchas veces chocan con la realidad con
que se encuentra al ejercer la docencia, por lo que el modelo de docencia a
elegir, puede ir variando a medida que avanza en sus experiencias, pero sin
desconocer las bases y fundamentos de las mismas.
Ya abordamos los
principales problemas de la formación docente, ahora nos concentraremos en la
profesión docente. En el mapa conceptual se tocan algunos puntos de las características de la profesión docente, en principio es una
actividad profesional ya que es una actividad interesada, sometida a una
racionalidad medio-fin. Por eso se
dice que el profesional vive del trabajo que realiza. Se trata de un trabajo que tiene lugar en
instituciones especializadas, que tiene un alto componente de implicación personal y que, sumado a
la vocación, es orientado a otras personas en lo que definimos como enseñanza o acto pedagógico. Es este el que le da cierto grado de satisfacción al docente, y que podemos
entender como praxis (“hacer algo”)
fuertemente ligada al contenido del currículo,
que arrastra además esa dicotomía entre saber
práctico y saber científico, y que debe ser revisado constantemente ya que muchos conocimientos enseñados se
desactualizan, pierden vigencia, o deben ser sustituidos por otros más
necesarios.
El acto pedagógico a su
vez tiene dos características fundamentalmente problemáticas: su inmediatez y su complejidad debido a la diversificación;
al darse en un sistema educativo
universal, ya no se tiene una clase con niños/adolescentes homogéneos, en
el aula el docente se encuentra con educandos de diversos contextos, muchas veces en contextos extremos, muchos de ellos con
diferentes capacidades o
dificultades de aprendizaje, separado por niveles
según las edades. A su vez este
sistema educativo que apunta a algo tan cambiable y movible se presenta como rígido, regido por jerarquías estáticas.
Anteriormente hablamos de
las características de la profesión docente y el acto educacional, pero en el
mapa conceptual que presento, debo decir que hice principal incapié en los problemas que desgastan, frustran y desaniman
al docente en su tarea, y que a continuación detallaré brevemente.
Uno de los principales
problemas es la sobrecarga, de la
cual hablamos brevemente en la identidad docente. La sociedad actual exige cada
vez más al docente, y deposita sus crecientes
expectativas en él, debido al debilitamiento de las instituciones sociales
(principalmente de la familia), la sociedad
exige al profesional que sea un docente
eficaz idóneo en su/s disciplina/s correspondientes y en otras para las
cuales no está específicamente formado, un animador,
asistente social, integrador social y otras tareas que no corresponden a la
mera práctica docente.
El
aislamiento es otro de los
importantes problemas que dificultan la práctica docente, tanto por tradición,
como por las características estructurales de los centros educativos, la
práctica docente se vuelve un hecho aislado y realizado en solitario, donde
cada docente hace lo suyo sin compartirlo y sin aprender del quehacer de otros
colegas. Se genera así la competencia
desaprovechada por la falta de comunicación y de compartir ideas y
experiencias en el aula, y el aislamiento mismo admite (aunque no genera de
manera directa) el conservadurismo y
la resistencia a la innovación. Muchas
veces, incluso cuando se intenta revertir esta situación con trabajos
colectivos concretos, se también se corre el riesgo de que ese trabajo sea
infructuoso, lo que nos lleva al denominado “mito colectivo”, que lejos de potenciar el trabajo docente, lo
desalienta.
Otros
dos problemas que presenta la profesión docente están directamente relacionados
con la sociedad: los problemas de disciplina y de evaluación. La sociedad cada vez más diversa, pluralista y divergente, cuestiona la rentabilidad de la educación (cambió el paradigma de
la familia que incitaba a los hijos a estudiar para conseguir un buen trabajo)
y así mismo cambió la manera en la que ve a los docentes. Esto se ve reflejado
en la manera en la que se lo evalúa, la sociedad establece status social en relación a la remuneración del trabajo que ejerce,
por ende un docente que gana poco es un docente que importa poco. De la misma
manera, la autoridad es cuestionada
por los padres que en cierta manera se han vuelto casi sindicalistas de sus
propios hijos y eso, sumado a la diversificación
de los educandos, han dinamitado el concepto de disciplina, que debe ser
repensado por el docente mediante nuevas estrategias.
Por
último, resta analizar una serie de problemas ligado al Sistema Educativo; si este ya de por sí presenta un alto grado de
complejidad debido a su diversificación, causada en parte por su carácter de
universal, el hecho de que sea un sistema rígido,
estancado por la burocracia y regido por jerarquías que muchas veces
no apoyan al docente, sino que se convierten en un obstáculo más para él,
agrava el problema del docente. La falta de movilidad en este sistema lo
desmotiva y la falta de libertad y de voz de opinión en cuanto a las reformas
que lo involucran terminan haciendo fracasar cualquier tipo de reforma posible.
El
sistema educativo es el responsable de minimizar los problemas de la profesión
docente, pero fracasa al intentar resolver los problemas con sus soluciones inadecuadas que llevan a la reforma frustrada como modas pasajeras que cambian
radicalmente y en las cuales el docente termina por descreer, que no son
soluciones de fondo sino cuidados paliativos y superficiales que buscan
resultados a corto plazo prácticamente
irrisorios y a veces llevadas a cabo por personas
no idóneas o, en el mejor de los casos, no incluyendo en la discusión a los
actores principales necesarios para lograr una reforma seria y eficaz. Un
cambio educativo no respaldado por el docente, y que no lo incluya, por lo
general es para peor o no produce cambio alguno.
Muchas
estrategias no logran motivar a los docentes para llevar a efecto mejoras, y
además los disuaden de participar en la reforma.
Por
nobles, refinadas o esclarecidas que sean las propuestas de cambio y mejora, no
sirven de nada si los docentes no las adoptan en su aula y si no las traducen
en una práctica.
Estos
son algunos de los tantos problemas que presenta la ardua y compleja profesión
docente, que quizás desmotivarían a cualquier profesional de otras áreas, si no
fuera por la gran cuota de vocación que implica esta tarea y las enormes
satisfacciones que otorga, un privilegio que no todas las profesiones pueden
alardear.
Entrevista al docente
Siguiendo la línea de lo visto
anteriormente en el mapa conceptual, decidí centrar mi entrevista a un docente
en la problemática de la profesión docente propiamente dicha.
Para ello, seleccioné a una docente
con la que anteriormente había tenido una charla informal en la cual me
explicaba algunos problemas del sistema educativo, de diferentes carencias que
existían en las escuelas y la complejidad de trabajar con alumnos de diferentes
contextos y con diversas problemáticas que traen arraigadas desde la
institución social más importante: la familia.
Me pareció muy interesante la vocación
que tiene, la energía y a frescura con la que ejerce su profesión, la apertura
al diálogo con personas un poco más ajenas a la cuestión (como los estudiantes
de magisterio, a los cuales trata como pares) y también los años de experiencia
que cosechó a lo largo de su carrera y le lectura crítica que hace de los
cambios sociales que se fueron dando durante las últimas dos décadas y que
repercuten de manera directa sobre su trabajo.
La docente prefirió realizar la
entrevista de manera anónima, pero sobre ella puedo detallar que estudió en
Minas y se recibió en 1999.
Trabajó 4 años en Canelones; el primer
año eligió interinato; el segundo una suplencia por todo el año, ese año
concursó y sacó puntaje con derecho a efectividad y la eligió en la Escuela N°
159 de San Luis.
En 2003 se trasladó, por traslado
interdepartamental, a la escuela en la que aún trabaja y que siente como su
casa. Allí cuenta que ha tenido años duros, otros no tanto y muchos muy buenos.
Todos estos años le han dado un conocimiento interesante del medio, las
familias, todo el entorno social y económico que rodea a los niños y como esto puede influir en sus
aprendizajes.
Eligió esta profesión por vocación y
considera que un maestro que trabaje con esfuerzo y dedicación puede marcar la
diferencia.
-¿Cuáles crees que son los problemas principales que desgastan la
profesión docente?
-Los problemas principales que
desgastan la profesión, para mi son en este momento, por un lado un sistema que
ejerce una gran presión sobre nosotros y nos hace responsables de los malos
resultados que son de público conocimiento. Esto implica que vayamos perdiendo
la libertad de cátedra por tener que atender un montón de elementos que van
incluyendo a nuestras prácticas, por ejemplo las tablet y computadoras que
deberían ser trabajadas en una sala con un docente debidamente preparado, los
CLE que creen solucionan todos los problemas y solo son un recurso que pueden
apoyar nuestras prácticas, y que además no llegan en tiempo y forma para cada
niño.
Por otro lado la desvalorización de
nuestra profesión donde los padres y alumnos no mantienen el debido respeto y
cuestionan demasiado las decisiones o propuestas que se realizan.
Por último que los cargos de las
autoridades sean elegidas por política y no por idoneidad.
También es preocupante las
dificultades que presentan los niños y que debemos enfrentar sin apoyo
especializado, que si lo solicitamos dependemos de la voluntad de la familia y
muchas veces de que tenga recursos económicos para atender a sus hijos.
- ¿Cuáles crees que serían algunas
posibles soluciones?
-En cuanto al sistema especialmente la
solución pasaría por humanizar las exigencias; que los niños sean tomados en
cuenta como personas y no como un número o un resultado. Que realmente haya
interés en que sean educados y que no se sigan pensando políticas donde cada
vez se les pida menos para elevar estadísticas. No solamente enfocar la presión
sobre nosotros en cosas que no aportan grandes soluciones porque realmente
falta empatía por las diferentes realidades que los niños tienen.
A los padres se les debe obligar a ser
responsables por sus hijos e inculcarles nuevamente la dignidad y el respeto en
base al trabajo y responsabilidad y no seguir dando asistencialismo, lo que
confunde y mal acostumbra a las personas.
Creo que los equipos
multidisciplinarios para la atención de los niños deberían ser más cantidad y
estar a disposición de los docentes y en
permanente contacto.
-¿Porqué estas soluciones no se llevan a cabo?
- La verdad no podría darte esa
respuesta, ya que lo anterior es una posición muy personal. Lo que sí te puedo
decir es que algunas veces siento que las políticas se enfocan en que los niños
y adolescentes sean cada vez menos alfabetizados porque es más fácil
convencerlos y manejarlos. Y repetido en varias generaciones, está dando
resultados nefastos.
Conclusión
En conclusión, creo que este trabajo
realizado para el parcial, además de asentar los conocimientos teóricos que
adquirimos en esta primera mitad de año y ponerlos en perspectiva, logró darnos
una visión sobre la temática llevada a la práctica. En la entrevista con los
docentes pudimos ver reflejada la problemática de la cual leímos en las
diferentes lecturas en la materia y se acortó un poco esa brecha entre lo
teórico y lo práctico. Los problemas que estudiamos y sobre los cuales escriben
los diferentes autores se ven reflejados en el día a día en la profesión
docente y es algo que debemos de tener en cuenta desde nuestra formación, para
poder lidiar con ellos en el futuro o intentar aportar nuestras soluciones.