miércoles, 10 de octubre de 2018

Planificación - Lengua - Guión de la obra de teatro (El Principito)

Área: Lengua
Campo: Escritura
Contenido: La producción de una obra para su representación.
Aspecto: Guión de la obra de teatro.
Propósito: Resignificar los elementos presentes en el guión de teatro mediante una instancia de escritura y una actividad de identificación de las partes.
Antecedente: Las partes de una obra de teatro: diálogo y acotaciones.
Proyección: La producción de una obra para su representación.

Desarrollo:
  • Comenzar con la visualización de un fragmento de una escena de la obra teatral “El Principito” en vídeo.
  • En grupos de dos integrantes, transcribir al cuaderno la escena visionada al código escrito, respetando la estructura previamente trabajada.
  • Socializar compartiendo los trabajos realizados con la clase.
  • Entregar las escenas guionadas de la obra de El principito con la consigna del ejercicio a realizar en grupos de 3. La consigna consta en identificar las partes de la obra y subrayar con diferentes lápices de colores (personajes color rojo; acotaciones color verde; escena o número de acto color azul; parlamentos color amarillo; monólogo o aparte color naranja; nombre de la obra color negro; descripción del escenario color marrón)
  • Socializar identificando en conjunto qué elementos aparecen en las obras y cuáles no aparecen, resignificando los conceptos ya trabajados anteriormente.
  • Finalizar con una reflexión sobre la novela. ¿Por qué creen que elegimos las escenas del contador, el militar y la reina para analizar? ¿Tienen algo que ver con lo que venimos trabajando?
Recursos:
  • Proyector
  • Fotocopias con guiones adaptados de El Principito.
  • Rubrica con los elementos a trabajar.
Estrategias:
  • Trabajos de grupos
  • Utilización de las TICs.
  • Papelógrafo
Bibliografía:
  • Programa de Educación Inicial y Primaria – Año 2008 (ANEP)
  • Guión de la Obra de Teatro de El Principito - https://guionesparalavida.files.wordpress.com/2011/05/tras-las-huellas-del-principito.pdf
  • "El Principito" - Obra Teatral https://www.youtube.com/watch?v=Zyj69dlprl0&t=1441s
  • “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry
  • Guión teatral: estructura y elementos del guión -https://prezi.com/6xf3wmewk83s/guion-teatral-estructura-del-guion-teatral-y-elementos-del/
Justificación:
En estas actividades se pretende ahondar sobre cómo está constituido un libreto de teatro, experimentando en la escritura y luego analizando una parte de un guión.
Continuamos trabajando con la obra de El Principito, ya que los niños demostraron cierto interés por la historia, también podemos trabajar de manera más  filosófica diversas facetas de la guerra o la contaminación y además es muy rico como recurso, ya que existe tanto material audiovisual de la obra en teatro, como el guión de la obra escrito para poder trabajarlo en clase.
Se harán dos actividades para probar lograr identificar los elementos de la obra de teatro, que serán luego muy importantes para el desarrollo de la secuencia y la escritura de una obra de teatro.

Video : Obra de teatro : El Principito


Guiones adaptados de El Principito

ESCENA 5 EL PRINCIPITO CONTRA EL PODER DE LA MILICIA

(El principito llega al asteroide Nº 341 y encuentra a un hombre vestido de militar haciendo ejercicios de milicia. Aparece un militar trotando por todo el escenario)
GENENERAL: (En tono de mando) un dos tres, cuatro todas las mañanas cuando sale el sol, sale la tropa sale a marchar, con tambores y bayonetas todos salimos a luchar... Un dos tres, cuatro firmes…….
EL PRINCIPITO: (Corriendo tras él) Señor… señor... ¿me escucha?… ¡Señor!
 SARGENTO: Muy bien soldado presente armas. Atención a discreción firmes. ¿Desea el soldado alguna información?
PRINCIPITO: Señor yo no soy un soldado….
SARGENTO: ¿No? ¿Entonces por qué tiene armamento?
PRINCIPITO: Esto no es armamento esto es una espada, que adorna mi capa.
SARGENTO: ¿Ah sí? Entonces recuerde decir “Señor, sí señor” cuando se dirija a un superior… ¿Que me decía soldado?
PRINCIPITO: Que no soy un soldado, soy un principito.
SARGENTO: ¿Usted es que no escucha? “Señor, sí señor.” Repita.
PRINCIPITO: Si señor… Yo lo escucho... Señor ¿qué hace usted? Señor.
SARGENTO: Entreno.
PRINCIPITO: Entrena… ¿para qué? Señor.
SARGENTO: Entreno para la lucha.
PRINCIPITO: ¿Para luchar contra quien? Señor.
SARGENTO: Contra todos los que no amen la patria
PRINCIPITO: ¿Y qué es patria? Señor.
SARGENTO: Patria es el pedazo de tierra donde nacimos y del cual nos debemos sentir orgullosos.
 PRINCIPITO: ¿Y por qué orgullosos? Señor.
SARGENTO: Porque es el lugar donde vivimos, habitamos. Porque es la tierra que amamos.
PRINCIPITO: Ya entiendo señor; entonces yo tengo una patria, mi planeta es la tierra donde nací, allí yo vivo, es la tierra que yo cuido y me siento orgulloso de tener tres volcanes y una flor... Sabe señor, algún día volveré a mi patria. ¡La extraño mucho! Señor.
SARGENTO: Bueno, bueno mucha palabrería soldado y no ha empezado a entrenar. Atención, a discreción, firmes… Saque pecho soldado.
PRINCIPITO: (Haciendo la orden del general) ¿Quién es usted señor?
SARGENTO: ¿Cómo que quien soy? Soy un general, su inmediato superior y no tengo tiempo para palabrerías.
PRINCIPITO: ¿Entonces para qué tiene tiempo?
SARGENTO: Para entrenar… A ver, a trotar… (En tono de mando) Un dos tres, cuatro todas las mañanas cuando sale el sol, sale la tropa sale a marchar, con tambores y bayonetas todos salimos a luchar…..Un dos tres, cuatro firmes…….
PRINCIPITO: (Trotando) Estoy cansado señor… ¿Para qué tengo que entrenar?
GENERAL: Para defender la patria… Ya se lo dije soldado, hay que estar alerta para defendernos de los enemigos.
PRINCIPITO: Señor, pero en su planeta no hay nadie más que usted y yo… ¿De cuáles enemigos habla?
GENERAL: De los que están camuflados en la maleza y en cualquier momento nos pueden atacar.
PRINCIPITO: Y porque nos atacarían.
GENERAL: Por cualquier motivo, esto está claro… Tiene que haber un motivo y siempre hay un motivo para la guerra.
PRINCIPITO: No le entiendo señor... Usted entrena para la guerra... Una guerra que usted se inventa para poder entrenar… No lo entiendo.
GENERAL: No necesito que me entienda, los hombres siempre necesitan guerras, así es ahora y así ha sido siempre… A discreción atención firmes alisten las armas…
PRINCIPITO: Yo me voy mejor de éste planeta. No quiero estar en una guerra y mucho menos en una guerra que no entiendo. (Sale) E
LOCUTOR: Los hombres y mujeres desde siempre han estado viviendo en un mismo planeta y aun así en vez de unirse para cuidarlo y proteger se dividen para pelear por causas que no tiene sentido.. Por un dios, una tierra, una política… Realmente la guerra no tiene sentido… Tratemos de viajar a otro planeta con el principito y olvidar tanto odio.
  
ESCENA 6 EL PRINCIPITO CONTRA ELPODER DEL DINERO

(El principito observa por su telescopio otro planeta y se dirige hacia el.)
EL PRINCIPITO: ¡Buenos días¡ ¡Señor, Buenos días¡
EL NEGOCIANTE: (Sin levantar la cabeza y completamente abstraído contando dinero, mientras fuma un tabaco o puro) Si…si…si….aja…si…aja (Deja caer billetes descuidadamente)
EL ANCIANO: (Recoge los billetes) Por fin un planeta dónde salgo ganando…
EL PRINCIPITO: Buenos días, señor… Su cigarro se ha apagado.
EL NEGOCIANTE: Tres y dos, cinco y cinco más, siete doce, doce y tres es igual a quince... si… si.. aja … aja (Continua contando dinero)
EL PRINCIPITO: Señor, se le ha apagado el cigarro…
EL NEGOCIANTE: Si… si… Buenos días.. No tengo tiempo de encenderlo… Veintiocho y tres, treinta y uno ¡Uf ¡Esto suma quinientos un millones seiscientos treinta y uno! Si..si..aja.
EL PRINCIPITO: ¿Quinientos millones de qué?
EL NEGOCIANTE: ¿Eh? ¿Está usted todavía ahí? Quinientos millones… (Continúa contando billetes).
EL PRINCIPITO: ¿Quinientos millones de qué?
EL NEGOCIANTE: Desde hace cincuenta y cuatro años habito éste planeta, solo me han molestado tres veces.
 EL PRINCIPIT: ¿Si? ¿Cuántas veces?
EL NEGOCIANTE: Tres veces… la primera hace veintidós años, fue un abejorro que llegó aquí de quien sabe dónde y hacia un ruido insoportable. Y me hizo cometer cuatro errores en la suma.
EL PRINCIPITO: ¿Y el segundo?
EL NEGOCIANTE: ¡Ah! ¿Esa fue por una crisis de reumatismo, me enfermé, porque como no tengo tiempo para hacer deporte , yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo para callejear… Soy un hombre serio.
EL PRINCIPITO: ¿Y la tercera? ¿Qué le paso?
 EL NEGOCIANTE: La tercera vez es ésta, un muchacho con preguntas impertinentes que me hace distraer.
EL PRINCIPITO: ¿Quinientos millones de qué?
EL NEGOCIANTE: (Ofuscado) ¡Pues quinientos millones de esas pequeñas cosas que se ven en el cielo!
EL PRINCIPITO: ¿De moscas?
EL NEGOCIANTE: No de esas cositas que brillan de amarillo.
EL PRINCIPITO: ¡Ah! ¡De abejas¡
EL NEGOCIANTE: No, unas cositas doradas que hace desviar a los holgazanes. ¡Yo soy un hombre serio y no tengo tiempo de desvariar!
EL PRINCIPITO: ¡Ah! ¡Estrellas!
EL NEGOCIANTE: Eso es, estrellas.
EL PRINCIPITO: ¿Y qué haces tú con quinientos millones de estrellas?
EL NEGOCIANTE: Quinientos millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y una. Yo soy un hombre serio y exacto.
EL PRINCIPITO: ¿Y qué haces con esas estrellas?
EL NEGOCIANTE: ¿Que, qué hago con ellas?
EL PRINCIPITO: ¡SÍ!
EL NEGOCIANTE: Nada. Las poseo.
EL PRINCIPITO: ¿Todas las estrellas entonces son tuyas?
EL NEGOCIANTE: ¡Sí¡
EL PRINCIPITO: Yo he visto un rey…
EL NEGOCIANTE: Los reyes no poseen nada, reinan solamente y eso es muy diferente a lo que hago yo.
EL PRINCIPITO: ¿Y de que te sirve poseer tantas estrellas?
EL NEGOCIANTE: Me sirve para ser rico.
EL PRINCIPITO: ¿Y de que te sirve ser rico?
EL NEGOCIANTE: Me sirve para comprar más estrellas, si alguien las descubre.
EL PRINCIPITO: ¿Y eso basta para ser feliz?
 EL NEGOCIANTE: No estamos hablando de felicidad. Estamos hablando de riqueza. Si te encuentras un diamante es tuyo. Si encontraras una isla que a nadie le pertenece, es tuya… Si entiendes entonces las estrellas son mías, porque nadie antes que yo , ha pensado en poseerlas.
EL PRINCIPITO: Eso es verdad… ¿Y qué haces con todas esas estrellas?
EL NEGOCIANTE: Las administro, las cuento… Las recuento. Las sumo y las vuelvo a sumar. Es algo aburridor… Pero es mi trabajo… Recuerda que ¡Yo soy un hombre muy serio, un hombre muy ocupado!
EL PRINCIPITO: Espera… Si te entendí… Las estrellas son tuyas... ¿Verdad?
EL NEGOCIANTE: ¡Sí!
EL PRINCIPITO: Si yo tengo una bufanda, me la puedo poner porque es mía… Si tengo una flor, yo puedo cortar la flor porque es mía. Pero tú no puedes llevarte una estrella o ponértela, o comértela. Nada al fin de cuentas.
EL NEGOCIANTE: Pero puedo colocarlas en un banco. Para que las guarden.
EL PRINCIPITO: ¿Qué quiere decir esto?
EL NEGOCIANTE: Quiere decir que escribo en un papel el número de estrellas que tengo y las guardo bajo llave en un cajón.
EL PRINCIPITO: En cambio yo. Tengo una flor a la que riego todos los días, poseo tres volcanes los que deshollino todas las semanas. Tengo claro que mis volcanes y mi flor son míos y los poseo, y los cuido. Además para mi flor y mis volcanes, yo les soy útil, en cambio tú no eres nada útil para tus estrellas.
EL NEGOCIANTE: Hummm... Ajá… Si. Si… (Continúo contando billetes)

EL PRINCIPITO: Las personas mayores decididamente son extraordinarias ¿Para qué tanta riqueza? ¿Para qué poseer? ¿Para qué el poder de tener? No los entiendo.

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