LAS VÍBORAS NO PICAN... en todo caso muerden, porque tienen colmillos, pero si lo hacen es porque se defienden.
Hace un par de días fue mordida una niña de dos años por una serpiente en Maldonado. En este momento está atendida adecuadamente en el Hospital local. Este hecho y la particular situación de sus padres, hizo que el evento se mediatizara, generando cierta aprehensión en la comunidad. Así que vamos a compartir algunas ideas que aporten certezas y seguridad ante un tema que siempre provoca un cierto temor. Antes pongámonos de acuerdo en algo: las serpientes no atacan si no se sienten agredidas por nosotros. Son animales que conviven en nuestro hábitat pero que a lo largo de la historia han tenido "mala prensa". Tal vez ya desde la encarnación del diablo en el paraíso del antiguo testamento, hasta relatos infantiles en los que siempre son las villanas. En Uruguay, por año, tenemos unas 60 personas mordidas por serpientes. Para comparar: anualmente ocurren unas 3 600 mordeduras por perros y la mayoría lo son por los que tenemos en nuestro propio hogar. Hay mucho más riesgo en conducir en vehículo y no por eso dejamos de hacerlo. Los fuegos pirotécnicos causan mucho más daño que las serpientes y, sin embargo, son un evento festivo. A veces la realidad no equivale a la percepción de la realidad. Las serpientes provocan temor y, a todo lo que tememos, tendemos a eliminarlo si podemos. Algo de esto pasó en la zona oeste de Colonia cuando la empresa Montes del Plata se instaló en Punta Pereira, modificando toda la estructura natural de monte y campo. Esto, más la presencia de enormes máquinas y miles de personas donde antes sólo había pasto, árboles nativos y orilla fluvial, hizo huir a los animales habituales en la zona. Lógicamente hubo una emigración de reptiles asustados a sitios vecinos no acostumbrados. La gente empezó a verlas con frecuencia muy cerca de sus viviendas y se produjo una gran matanza de ofidios. Al poco tiempo empezamos a recibir un número mayor de pacientes con Hanta Virus, una enfermedad que puede llevar a la muerte al 30% de los afectados. El virus del Hanta lo transporta el ratón de campo, o "colilargo" . Las serpientes de la zona son, justamente , predadoras del ratón y mantienen su población en cifras estables. Al reducirse el número de cruceras, aumentó el de lauchas y con ellas esta enfermedad. Es apenas un ejemplo que demuestra que a la naturaleza debemos respetarle su armonía y, cuando nos introducimos en ella es bueno saber que los extraños somos nosotros. Que somos los humanos quienes rompemos el equilibrio. Si no hay más remedio que hacerlo, entonces tomemos las precauciones, alterando lo menos posible el ecosistema. Las serpientes muerden sólo si se sienten agredidas al pisarlas, o tocarlas sin querer. Además de la herida provocada por sus colmillos y la eventual introducción de gérmenes por la misma, hay algunos ofidios que cuentan con venenos que pueden ser inoculados. En nuestra zona son la Crucera, la Yara, la Coralina y la Cascabel. El veneno no queda en la zona mordida, viaja con la circulación de la sangre o la linfa a distancia de la inoculación. Por eso carece de sentido y es peligroso hacer un "torniquete" (como lamentablemente se ve en algunas peliculas). Tampoco sirve el acto "heroico" de hacer un corte con cuchillo y succionar. Lo único que provocamos es una infección aun mayor. Los venenos pueden generar destrucción de tejido local a través de ciertas enzimas que contienen, o alterar la coagulación de la sangre o, finalmente, también provocar una parálisis que conduce a un paro respiratorio.
Si bien todo eso es cierto, el efecto no es inmediato, sino que se va instalando a lo largo de las horas. Esto da tiempo como para trasladar a la persona afectada a un centro asistencial que tenga suero antiofídico. En Uruguay hay 47 Hospitales que cuentan con este elemento. En Colonia son los Hospitales de Carmelo, Colonia y Rosario. La persona puede acceder desde cualquier punto del departamento en poco rato a alguno de estos centros asistenciales. Una vez producida la mordida , contamos con , al menos, tres horas de tiempo como para llevar al paciente a un Hospital. Sólo debemos mantener al afectado en calma, en quietud, quitarle anillos, pulseras y todo lo que comprima, darle a beber sólo agua, en caso que lo pida y trasladarlo avisando a urgencias que llevamos un paciente mordido por serpiente. Una pregunta que frecuentemente nos hacen es la siguiente: "Voy a acampar, ¿Dónde consigo suero para llevar, por si acaso?". Hace unos años, el Mayor a cargo de la seguridad de la estancia Presidencial de Anchorena, me llamó solicitando suero antiofídico para tener en su botiquín, dado que, justamente, el predio está cercano a la planta de Montes del Plata y se apreciaba la frecuente presencia de víboras de la Cruz. No accedí a su pedido con un argumento que el Mayor rápidamente comprendió: el antiofidico se elabora con suero equino y habemos personas que generamos una intensa reacción alérgica al mismo. Por eso, en el sitio en que se inocule suero antiofídico, debe haber infraestructura y capacitación como para afrontar una entubación endo traqueal y el suministro de grandes dosis de corticoides en aquel paciente que reaccione de esa forma. Esto no ocurre en un campamento y, ni siquiera, en el servicio médico de Anchorena. Además, lo más eficiente es el traslado a donde el suero está guardado en condiciones de refrigeración y de vigencia adecuados.
Seguidamente , les paso un link con las recomendaciones del Ministerio de Salud pero les pido una cosa: cuando vean un ofidio serpenteando por el pasto, o tomando sol en una piedra, no lo maten. Es un animalito que cumple una función en la armonía del ecosistema en que vivimos. Si no lo agredimos, se asustará y se irá lo más lejos que pueda. En lugar de eso, tomemos las precauciones para evitar el contacto y, si alguna vez ocurre, sepamos que hay tiempo y certezas como para resolver la situación sin mayores consecuencias. Cuando tengamos temor, no lo transformemos en miedo y destrocemos lo que o provoca. Convirtamos , en cambio, al temor en responsabilidad y actuemos en consecuencia: informados, sin trucos, pensando y cuidándonos racional y sensatamente entre todos.
¿QUÉ HACER en caso de mordedura?
- Retirar calzado, prendas u otros objetos (pulseras, anillos) que compriman la zona.
- Tranquilizar a la persona.
- De ser posible, lavar la zona con agua y jabón.
- Mantener la zona de la mordedura en posición de descanso.
- En caso de que la persona accidentada lo requiera, puede beber agua (no otra cosa).
- Trasladarla inmediatamente al centro asistencial más próximo.
¿QUÉ NO HACER en caso de mordeduras?
- NO realizar aplicaciones sobre la herida (queroseno, barro, alcohol, etc.)
- NO realizar incisión, succión o cauterización en el punto de inoculación.
- NO realizar torniquetes o ligaduras de la zona afectada.
- NO colocar hielo local.
¿CÓMO PREVENIR?
- Evitar atravesar áreas riesgosas o poco conocidas (bañados, esteros, chircales, serranías, pedregales, arrozales, cañaverales).
- Evitar introducir la mano en cuevas, nidos de aves, debajo de piedras y en huecos de árboles.
- No dormir en el suelo en zonas de riesgo.
- Colocar las carpas en sitios altos, secos y limpios.
- Utilizar botas altas que cubran tobillo y pierna.
- Si ves una serpiente, no te acerques, evitá los movimientos bruscos, no intentes agarrarla aunque parezca estar muerta.
- Mantener el pasto corto alrededor de tu casa, libre de malezas y de la leña apilada.
- Evitar acumulación de basura y exterminar los roedores (principal alimento de los ofidios) en vivienda y galpones.
Fuente: Facebook
Hace un par de días fue mordida una niña de dos años por una serpiente en Maldonado. En este momento está atendida adecuadamente en el Hospital local. Este hecho y la particular situación de sus padres, hizo que el evento se mediatizara, generando cierta aprehensión en la comunidad. Así que vamos a compartir algunas ideas que aporten certezas y seguridad ante un tema que siempre provoca un cierto temor. Antes pongámonos de acuerdo en algo: las serpientes no atacan si no se sienten agredidas por nosotros. Son animales que conviven en nuestro hábitat pero que a lo largo de la historia han tenido "mala prensa". Tal vez ya desde la encarnación del diablo en el paraíso del antiguo testamento, hasta relatos infantiles en los que siempre son las villanas. En Uruguay, por año, tenemos unas 60 personas mordidas por serpientes. Para comparar: anualmente ocurren unas 3 600 mordeduras por perros y la mayoría lo son por los que tenemos en nuestro propio hogar. Hay mucho más riesgo en conducir en vehículo y no por eso dejamos de hacerlo. Los fuegos pirotécnicos causan mucho más daño que las serpientes y, sin embargo, son un evento festivo. A veces la realidad no equivale a la percepción de la realidad. Las serpientes provocan temor y, a todo lo que tememos, tendemos a eliminarlo si podemos. Algo de esto pasó en la zona oeste de Colonia cuando la empresa Montes del Plata se instaló en Punta Pereira, modificando toda la estructura natural de monte y campo. Esto, más la presencia de enormes máquinas y miles de personas donde antes sólo había pasto, árboles nativos y orilla fluvial, hizo huir a los animales habituales en la zona. Lógicamente hubo una emigración de reptiles asustados a sitios vecinos no acostumbrados. La gente empezó a verlas con frecuencia muy cerca de sus viviendas y se produjo una gran matanza de ofidios. Al poco tiempo empezamos a recibir un número mayor de pacientes con Hanta Virus, una enfermedad que puede llevar a la muerte al 30% de los afectados. El virus del Hanta lo transporta el ratón de campo, o "colilargo" . Las serpientes de la zona son, justamente , predadoras del ratón y mantienen su población en cifras estables. Al reducirse el número de cruceras, aumentó el de lauchas y con ellas esta enfermedad. Es apenas un ejemplo que demuestra que a la naturaleza debemos respetarle su armonía y, cuando nos introducimos en ella es bueno saber que los extraños somos nosotros. Que somos los humanos quienes rompemos el equilibrio. Si no hay más remedio que hacerlo, entonces tomemos las precauciones, alterando lo menos posible el ecosistema. Las serpientes muerden sólo si se sienten agredidas al pisarlas, o tocarlas sin querer. Además de la herida provocada por sus colmillos y la eventual introducción de gérmenes por la misma, hay algunos ofidios que cuentan con venenos que pueden ser inoculados. En nuestra zona son la Crucera, la Yara, la Coralina y la Cascabel. El veneno no queda en la zona mordida, viaja con la circulación de la sangre o la linfa a distancia de la inoculación. Por eso carece de sentido y es peligroso hacer un "torniquete" (como lamentablemente se ve en algunas peliculas). Tampoco sirve el acto "heroico" de hacer un corte con cuchillo y succionar. Lo único que provocamos es una infección aun mayor. Los venenos pueden generar destrucción de tejido local a través de ciertas enzimas que contienen, o alterar la coagulación de la sangre o, finalmente, también provocar una parálisis que conduce a un paro respiratorio.
Si bien todo eso es cierto, el efecto no es inmediato, sino que se va instalando a lo largo de las horas. Esto da tiempo como para trasladar a la persona afectada a un centro asistencial que tenga suero antiofídico. En Uruguay hay 47 Hospitales que cuentan con este elemento. En Colonia son los Hospitales de Carmelo, Colonia y Rosario. La persona puede acceder desde cualquier punto del departamento en poco rato a alguno de estos centros asistenciales. Una vez producida la mordida , contamos con , al menos, tres horas de tiempo como para llevar al paciente a un Hospital. Sólo debemos mantener al afectado en calma, en quietud, quitarle anillos, pulseras y todo lo que comprima, darle a beber sólo agua, en caso que lo pida y trasladarlo avisando a urgencias que llevamos un paciente mordido por serpiente. Una pregunta que frecuentemente nos hacen es la siguiente: "Voy a acampar, ¿Dónde consigo suero para llevar, por si acaso?". Hace unos años, el Mayor a cargo de la seguridad de la estancia Presidencial de Anchorena, me llamó solicitando suero antiofídico para tener en su botiquín, dado que, justamente, el predio está cercano a la planta de Montes del Plata y se apreciaba la frecuente presencia de víboras de la Cruz. No accedí a su pedido con un argumento que el Mayor rápidamente comprendió: el antiofidico se elabora con suero equino y habemos personas que generamos una intensa reacción alérgica al mismo. Por eso, en el sitio en que se inocule suero antiofídico, debe haber infraestructura y capacitación como para afrontar una entubación endo traqueal y el suministro de grandes dosis de corticoides en aquel paciente que reaccione de esa forma. Esto no ocurre en un campamento y, ni siquiera, en el servicio médico de Anchorena. Además, lo más eficiente es el traslado a donde el suero está guardado en condiciones de refrigeración y de vigencia adecuados.
Seguidamente , les paso un link con las recomendaciones del Ministerio de Salud pero les pido una cosa: cuando vean un ofidio serpenteando por el pasto, o tomando sol en una piedra, no lo maten. Es un animalito que cumple una función en la armonía del ecosistema en que vivimos. Si no lo agredimos, se asustará y se irá lo más lejos que pueda. En lugar de eso, tomemos las precauciones para evitar el contacto y, si alguna vez ocurre, sepamos que hay tiempo y certezas como para resolver la situación sin mayores consecuencias. Cuando tengamos temor, no lo transformemos en miedo y destrocemos lo que o provoca. Convirtamos , en cambio, al temor en responsabilidad y actuemos en consecuencia: informados, sin trucos, pensando y cuidándonos racional y sensatamente entre todos.
¿QUÉ HACER en caso de mordedura?
- Retirar calzado, prendas u otros objetos (pulseras, anillos) que compriman la zona.
- Tranquilizar a la persona.
- De ser posible, lavar la zona con agua y jabón.
- Mantener la zona de la mordedura en posición de descanso.
- En caso de que la persona accidentada lo requiera, puede beber agua (no otra cosa).
- Trasladarla inmediatamente al centro asistencial más próximo.
¿QUÉ NO HACER en caso de mordeduras?
- NO realizar aplicaciones sobre la herida (queroseno, barro, alcohol, etc.)
- NO realizar incisión, succión o cauterización en el punto de inoculación.
- NO realizar torniquetes o ligaduras de la zona afectada.
- NO colocar hielo local.
¿CÓMO PREVENIR?
- Evitar atravesar áreas riesgosas o poco conocidas (bañados, esteros, chircales, serranías, pedregales, arrozales, cañaverales).
- Evitar introducir la mano en cuevas, nidos de aves, debajo de piedras y en huecos de árboles.
- No dormir en el suelo en zonas de riesgo.
- Colocar las carpas en sitios altos, secos y limpios.
- Utilizar botas altas que cubran tobillo y pierna.
- Si ves una serpiente, no te acerques, evitá los movimientos bruscos, no intentes agarrarla aunque parezca estar muerta.
- Mantener el pasto corto alrededor de tu casa, libre de malezas y de la leña apilada.
- Evitar acumulación de basura y exterminar los roedores (principal alimento de los ofidios) en vivienda y galpones.
Fuente: Facebook