El mes pasado compartí una reflexión sobre la escuela en tiempos de Coronavirus... Hoy les dejo otro texto sobre los docentes, los niños y las clases on line. Lo encontré en Facebook y es de Autoría anónima.
Queridas familias:
Si a ustedes no les gustan las clases en línea, imagínense a las maestras y maestros que han dedicado su vida a SER PRESENCIA en la vida de sus alumnos y de la noche a la mañana se volvieron VIRTUALES.
No es lo que enseñan, es el cariño con el que miran, escuchan, abrazan, consuelan, orientan, contienen e inspiran a sus alumnos. Eso no se puede lograr en línea.
A los maestros seguro les gustan tan poco o menos que a ti las clases en línea, sólo que en este tiempo, es la condición que les han impuesto.
Sean cuidadosos con sus palabras, muchos maestros están empeñando toda su atención en entender y dominar los aspectos técnicos, y queda poco margen para ser creativo, innovador y espontáneo en las primeras sesiones, denles tiempo y seguro los sorprenderán, porque así son las y los docentes.
Sean pacientes, sean empáticos y propongan en lugar de desacreditar.
Pararse frente a una cámara no es fácil para todos, es como trabajar a diario en clase pública porque el juicio de los alumnos es muy diferente al de los padres.
Detrás de cada minuto de clase en línea, hay al menos una hora de trabajo. Acondicionando la sala, el cuarto o el patio, haciendo material, acomodando el teléfono con un cojín, una maceta o hasta una pieza de pan que andaba por ahí y sirvió de tripié.
Cada vídeo logrado, llega después de repetir tres veces la misma clase, descartando los anteriores porque tartamudeó, dudó o dijo dentro y era fuera.
Todos estamos dando el 200% para recibir el 50%. El tiempo actual no es fácil para nadie, y todos necesitamos de todos.
Los maestros necesitan de sus alumnos y de ustedes para sentirse fuertes.
No los dejen solos.
#PalabrasAmablesParaLosDocentes
#COVID19
Los niños necesitan ser felices, no los mejores
Queridas familias:
Si a ustedes no les gustan las clases en línea, imagínense a las maestras y maestros que han dedicado su vida a SER PRESENCIA en la vida de sus alumnos y de la noche a la mañana se volvieron VIRTUALES.
No es lo que enseñan, es el cariño con el que miran, escuchan, abrazan, consuelan, orientan, contienen e inspiran a sus alumnos. Eso no se puede lograr en línea.
A los maestros seguro les gustan tan poco o menos que a ti las clases en línea, sólo que en este tiempo, es la condición que les han impuesto.
Sean cuidadosos con sus palabras, muchos maestros están empeñando toda su atención en entender y dominar los aspectos técnicos, y queda poco margen para ser creativo, innovador y espontáneo en las primeras sesiones, denles tiempo y seguro los sorprenderán, porque así son las y los docentes.
Sean pacientes, sean empáticos y propongan en lugar de desacreditar.
Pararse frente a una cámara no es fácil para todos, es como trabajar a diario en clase pública porque el juicio de los alumnos es muy diferente al de los padres.
Detrás de cada minuto de clase en línea, hay al menos una hora de trabajo. Acondicionando la sala, el cuarto o el patio, haciendo material, acomodando el teléfono con un cojín, una maceta o hasta una pieza de pan que andaba por ahí y sirvió de tripié.
Cada vídeo logrado, llega después de repetir tres veces la misma clase, descartando los anteriores porque tartamudeó, dudó o dijo dentro y era fuera.
Todos estamos dando el 200% para recibir el 50%. El tiempo actual no es fácil para nadie, y todos necesitamos de todos.
Los maestros necesitan de sus alumnos y de ustedes para sentirse fuertes.
No los dejen solos.
#PalabrasAmablesParaLosDocentes
#COVID19