sábado, 19 de agosto de 2023

La gorra del Emi

Emiliano no se quiere sacar la gorra.

La Directora lo aparta de la fila y lo retiene en el pasillo antes de entrar a la clase.

No me la voy a sacar, insiste, terco ante la orden de hacerlo.

Se acerca la profe a ver qué pasa.

Emiliano tiene los ojos con lágrimas.

Él, que no llora por nada ni por nadie. 

Lo lleva aparte y le pregunta qué pasa. 

No me la voy a sacar profe, afirma y aprieta los puños. 

No me gusta mi pelo, estoy despeinado, no tuve tiempo ni de mojarme la cabeza, dice bajito, casi al borde del llanto.

No te preocupes, lo calma la profesora…

La Directora se acerca a la puerta, llama a la Docente ,le susurra unas frases, pero ella le hace señas a Emiliano para que pase a su asiento. 

La Directora muerde su indignación como a un fruto amargo, y en el recreo se acerca y esgrime que fue pasada por alto, que va a perder el respeto de los estudiantes, que a partir de ahora todos se sublevarán y querrán entrar de gorra y en cualquier momento hasta con un antifaz. Sigue enumerando los cataclismos que seguirán a esta insubordinación, olvidando tal vez lo que fue tener quince años y la propia estima armándose como un castillo de arena. 

De que el respeto se gana de otras formas y no exponiendo a un adolescente al propio sufrimiento. Que muchas veces hay que perder para ganar. 

Que lo que importa realmente es que Emiliano esté en clase y que se ría, que aprenda, que no tenga el alma detenida en su pelo revuelto. 

Que a los quince años la gorra, a veces es el único borde al que amarrarse cuando el viento de la inseguridad sopla tan fuerte.

La gorra del Emi

Texto : La gorra del Emi

Autora : Marcela Alluz 

Fuente : Facebook

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