¿Has tenido esa sensación de satisfacción, calma o ánimo levantado justo después de tomar un buen mate? Esa experiencia cotidiana puede tener explicación científica. Según un estudio del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), tomar mate provoca una mayor liberación de un neurotransmisor llamado Dopamina, lo que activa los centros de recompensa del cerebro y genera sensaciones positivas.
Ahora, desde la psicología exploramos de qué modo esta infusión puede contribuir a nuestro bienestar, qué factores participan y qué considerar para hacerlo de una forma saludable.
Qué dice el estudio
El estudio, realizado por el Departamento de Neuropsicología de INECO, parte de la premisa de que tomar mate “a la mañana” incrementa la liberación de dopamina, lo cual estimula los centros de recompensa cerebrales y genera placer y sentimientos positivos.
Según los medios, la autora mencionada fue la doctora Teresa Torralva, directora del departamento en INECO, quien afirmó esa relación entre mate, dopamina y sensación de bienestar.
Además del efecto químico, otros artículos destacan que el acto de “preparar y beber mate” puede funcionar como una práctica de atención plena o “mindfulness”, lo cual en sí mismo promueve bienestar psicológico.
Por qué tiene sentido desde la psicología
1. Dopamina y recompensa
La dopamina es conocida como el neurotransmisor del “sistema de recompensa”. Cuando se libera, estamos más predispuestos a repetir una acción que nos produjo placer o satisfacción. En ese sentido, tomar mate (si se asocia con gusto, descanso, charla o ritual) puede generar ese pequeño “feedback” positivo en el cerebro.
2. Ritual, costumbre y sentido social
En nuestro país el mate no es sólo una infusión: es un acto social. Compartir mate, esperar el turno, participar de la ronda, hablar… Todo esto fortalece vínculos, genera comunidad y sentido de pertenencia, que son ingredientes esenciales para el bienestar psicológico.
Ese componente social puede potenciar el efecto químico en el cerebro: no es sólo lo que bebes, sino con quién lo haces, cómo, cuándo.
3. Atención plena, pausa y desconexión
El momento en que te sentás, cebás el mate, esperás que esté listo, tomás sorbo… Esto parece pequeño, pero puede funcionar como una pausa consciente, un “respiro” del hacer diario. Esa pausa puede reducir estrés, aumentar sensación de control y bienestar. Como afirma un artículo: “la acción repetida de preparar y beber la infusión puede asociarse con mindfulness”.
4. Anticipación y hábito
La expectativa de algo placentero también activa dopamina. Si para vos el mate significa “relajo”, “charla”, “tiempo de calidad”, entonces simplemente anticiparlo ya genera respuestas positivas. En psicología, los hábitos que asocian estímulos positivos son poderosos para mantener bienestar.
Cómo aplicarlo para potenciar tu bienestar y salud mental
Hacé del mate un momento consciente: sin distracciones, sin apuro. Mirá el agua, cebá con cuidado, saboreá cada sorbo.
Convertí el mate en parte de la rutina social: llamá a un amigo, compartí en familia o simplemente hacé “mate contigo mismo” en modo reflexión.
Aprovechá la mañana para cebar: según el estudio, tomar mate en la mañana se vincula al incremento de dopamina.
Sé consciente del entorno: un espacio agradable, una charla amena o un buen libro junto al mate pueden amplificar el efecto positivo.
No sobreestimules: aunque el mate puede tener efectos positivos, no es milagroso y a cierta hora hay que cortarlo para cuidar la salud del sueño (a partir de las 19:00 conviene cortar con el mate para poder llegar a la hora de dormir sin estar sobreestimulado).
Precauciones y matices que conviene tener en cuenta
Consumir mate extremadamente caliente se ha vinculado en algunos estudios a riesgos esofágicos.
Por sí solo, el mate no “cura” depresión, ansiedad u otros trastornos. Es parte de un conjunto de hábitos de vida que favorecen el bienestar: sueño, ejercicio, alimentación, relaciones sociales.
Si alguien es muy sensible a la cafeína u otros estimulantes, debe moderar su consumo.
Si alguna yerba es demasiado "fuerte" y sientes que te deja demasiado nervioso o te da reflujos o acidez estomacal, puedes ir probando diferentes tipos de yerba hasta encontrar la ideal para ti.
Conclusión
Tomar mate no es solo una costumbre tradicional de nuestras tierras: tiene respaldo psicológico y neurocientífico para ubicarse dentro de los hábitos que favorecen el bienestar. El estudio de INECO apunta que la infusión puede incrementar la liberación de dopamina, activando nuestro “circuito del placer”. Pero además, desde la psicología sabemos que los valores de ritual, de comunidad, de pausa consciente suman y multiplican ese efecto.
Entonces, la próxima vez que cebes un mate, recordá que no es solo por hábito: es por tu cuerpo, tu mente y tu comunidad. Hacé de ese mate un acto de bienestar, una pausa, un encuentro. De pronto, te sentís más feliz… y tenés ciencia que lo respalda.















































