jueves, 1 de agosto de 2019

Energía solar y aerotermia


Energía solar y aerotermia

Energía solar

Es una de las energías renovables, obtenida a raíz de aprovechar la radiación electromagnética del sol, a través de diferentes captadores (célula fotoeléctrica, heliostato o colector solar), transformándola en energía eléctrica o térmica.

Las tecnologías relacionadas con este tipo de energía se pueden clasificar en activas o pasivas en función de cómo capten, transformen y distribuyan la energía.

Los laboratorios Bell, en los años 50, consiguieron crear unas celdas fotovoltaicas con una eficiencia del 10%, lo que convirtió a esta energía en una fuente inagotable y económica.

El hecho de que sea una energía limpia hace que se convierta en una de las soluciones a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales, en su objetivo número siete, ponen como objetivo la búsqueda de una energía asequible y, sobre todo, no contaminante.

La fuente de energía solar más desarrollada es la energía solar fotovoltaica, la cual podría suministrar al 66% de la población mundial en 2030 y que, además, permite el autoconsumo total de una vivienda, a través de paneles fotovoltaicos.

Una instalación de este tipo de paneles tiene cuatro partes:

     Placas solares
Es el receptor de la irradiación solar. Posibilitan la obtención de energía del sol y cuanto más amplia es la placa, más energía obtienen. El tipo de material de las placas da una mayor o menor capacidad de absorción.

     Baterías de almacenamiento de energía solar
Permiten almacenar la energía generada pero no consumida, permitiendo consumirla en otro momento, como, por ejemplo, por la noche.

     Inversores solares
Son aparatos que permiten adecuar la electricidad generada a la instalación del hogar, para evitar problemas con el sistema eléctrico de la casa.

     Contador digital
Contabiliza la energía eléctrica que se transmite. Esto permite diferenciar entre la cantidad de energía producida por la instalación y la cantidad de energía consumida de la red eléctrica.

Aerotermia

La energía eólica es el tipo de energía que se obtiene del viento, es decir, de la energía cinética de las masas del aire.

Una de las formas más sostenibles de aprovechar este tipo de energía para la generación de electricidad es la aerotermia, la cual extrae hasta un 77% de la energía del aire.

Pese a que su instalación puede conllevar un elevado coste, a largo plazo es algo que merece la pena puesto que puede cubrir las necesidades de agua caliente sanitaria y climatización de un hogar con un gasto eléctrico pequeño.

La parte más importante de una instalación de aerotermia es la bomba de calor aerotérmica, la cual permite lograr una temperatura adecuada en cualquier estación y, además producir agua caliente sanitaria.

La aerotermia funciona según la termodinámica, se transporta el calor del aire (energía térmica) de un sitio a otro. La bomba de calor recupera la energía térmica del aire, llevándola por un circuito con un refrigerante que cambia el estado de gas a líquido, a través de un compresor. Ese gas cede su temperatura al aire o a un circuito de agua caliente al circular por el intercambiador, el cual se encarga de transmitir esa energía al circuito del hogar.

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